Una Disolución-En la ley canónica sobre el matrimonio, una disolución, significa una acción por parte de una autoridad apropiada en la que se termina el vínculo de un matrimonio válido.
La institución del matrimonio, por medio de la cual un hombre y una mujer se convierten en uno, en una sociedad para toda la vida, fue establecida por Dios. Además, el pacto matrimonial entre dos bautizados ha sido elevado por Cristo el Señor a la dignidad de un sacramento. Tan sagrado es el vínculo del matrimonio que Cristo mismo declaró que lo que Dios ha unido nadie lo puede separar. Cuando un hombre y una mujer intercambian el consentimiento para casarse, cuando dicen "lo hago", aceptan entrar en ese vínculo perpetuo y siempre fiel del matrimonio, el cual está orientado para su propio bienestar y para la procreación y educación de los niños.
Lamentablemente, no obstante, la vida de un matrimonio puede ser algo frágil. El divorcio se ha convertido en una de las tragedias familiares de nuestros días. Muchos matrimonios no tienen éxito a pesar de las buenas intenciones de los cónyuges. Esto es cierto incluso cuando una familia ha sido establecida, y el matrimonio ha durado muchos años. La Iglesia siempre intenta ser tan sensible y comprensible, como le sea posible, al estrés y el dolor que todo esto le ocasiona a la gente. Los servicios canónicos y del tribunal de la diócesis de Austin existen en gran parte para ayudar a todos los divorciados (y con un posible nuevo matrimonio) que ahora buscan una aclaración de su estatus en la Iglesia.
El matrimonio se considera válido hasta que se demuestre lo contrario
Una vez que un matrimonio se celebra entre dos personas, católica, protestante o no cristiana, se considera que es una unión válida y vinculante hasta que se demuestre lo contrario. Y mientras una persona esté vinculada a un matrimonio válido anterior, la Iglesia no permite que se realice un segundo matrimonio. La Iglesia ha establecido ciertos procedimientos mediante los cuales las personas pueden intentar probar que un matrimonio anterior no era válido o vinculante, asegurando así que son libres de casarse de acuerdo con los ritos de la Iglesia. Esto suele involucrar a aquellas personas que buscan casarse en la Iglesia, pero que han estado previamente casadas. Sin embargo, otros también pueden necesitar la asistencia del Tribunal. Por ejemplo, los católicos divorciados pueden querer arreglar el estatus de un matrimonio anterior que terminó en divorcio aunque no tengan planes inmediatos de volver a casarse.
Hay muchos conceptos erróneos acerca de lo que realmente es una declaración de nulidad en la Iglesia Católica. La siguiente información es un intento de responder a las preguntas más frecuentes sobre anulaciones.
Para obtener información más detallada sobre el Proceso de Nulidad Matrimonial, revise "Una Guía para los involucrados en los Juicios de Nulidad Matrimonial"
La institución del matrimonio, por medio de la cual un hombre y una mujer se convierten en uno, en una sociedad para toda la vida, fue establecida por Dios. Además, el pacto matrimonial entre dos bautizados ha sido elevado por Cristo el Señor a la dignidad de un sacramento. Tan sagrado es el vínculo del matrimonio que Cristo mismo declaró que lo que Dios ha unido nadie lo puede separar. Cuando un hombre y una mujer intercambian el consentimiento para casarse, cuando dicen "lo hago", aceptan entrar en ese vínculo perpetuo y siempre fiel del matrimonio, el cual está orientado para su propio bienestar y para la procreación y educación de los niños.
Lamentablemente, no obstante, la vida de un matrimonio puede ser algo frágil. El divorcio se ha convertido en una de las tragedias familiares de nuestros días. Muchos matrimonios no tienen éxito a pesar de las buenas intenciones de los cónyuges. Esto es cierto incluso cuando una familia ha sido establecida, y el matrimonio ha durado muchos años. La Iglesia siempre intenta ser tan sensible y comprensible, como le sea posible, al estrés y el dolor que todo esto le ocasiona a la gente. Los servicios canónicos y del tribunal de la diócesis de Austin existen en gran parte para ayudar a todos los divorciados (y con un posible nuevo matrimonio) que ahora buscan una aclaración de su estatus en la Iglesia.
Una vez que un matrimonio se celebra entre dos personas, católica, protestante o no cristiana, se considera que es una unión válida y vinculante hasta que se demuestre lo contrario. Y mientras una persona esté vinculada a un matrimonio válido anterior, la Iglesia no permite que se realice un segundo matrimonio. La Iglesia ha establecido ciertos procedimientos mediante los cuales las personas pueden intentar probar que un matrimonio anterior no era válido o vinculante, asegurando así que son libres de casarse de acuerdo con los ritos de la Iglesia. Esto suele involucrar a aquellas personas que buscan casarse en la Iglesia, pero que han estado previamente casadas. Sin embargo, otros también pueden necesitar la asistencia del Tribunal. Por ejemplo, los católicos divorciados pueden querer arreglar el estatus de un matrimonio anterior que terminó en divorcio aunque no tengan planes inmediatos de volver a casarse.
Hay muchos conceptos erróneos acerca de lo que realmente es una declaración de nulidad en la Iglesia Católica. La siguiente información es un intento por parte de esta oficina para responder a las preguntas más frecuentes sobre anulaciones: "Consideraciones Practicas"