Mañana, fieles de a través de nuestra diócesis se reunirán para inaugurar un año de celebración por el 75 aniversario de la Diócesis de Austin. Honraremos y daremos gracias a los pioneros que plantaron nuestras raíces católicas en el Centro de Texas, recordando las dificultades y los desafíos que superaron en los primeros años de esta iglesia local.
Me siento bendecido cada día por ustedes y sus familias que continúan con el legado de nuestros antepasados al seguir construyendo el Reino de Dios en esta diócesis. Les pido a todos los fieles que se unan a mí pidiendo en oración para que la reunión de mañana sea un día en el Que Todos Sean Uno a través del Cuerpo Místico de Nuestro Señor, que nos une a Dios, quien ha provisto generosamente las necesidades de la Diócesis de Austin.
Pedimos por la intercesión de María, bajo su título de la Inmaculada Concepción, para que nos mantenga fieles a Dios y a la misión que nos ha encomendado.