Al finalizar el mes de octubre, nos preparamos para celebrar dos importantes fiestas en la Iglesia católica: Día de Todos los Santos y de Todos los Fieles Difuntos.
El Día de Todos los Santos, el 1 de noviembre, es Fiesta de Precepto. En este día, la Iglesia nos ofrece modelos de fe cuyas vidas santas muestran la luz de Cristo. En nuestra oración, pedimos la ayuda de los santos que nos inspiran a vivir una vida santa. Hay santos muy conocidos, como nuestra Madre Santísima, San José, San Pedro y San Pablo, San Juan Pablo II y Teresa de Calcuta. También hay santos menos conocidos que vivieron silenciosamente sus vidas de santidad y en servicio desinteresado a la Iglesia. Son miembros de la Comunión de los Santos que llamamos Iglesia Triunfante.
En el Día de Todos los Fieles Difuntos, el 2 de noviembre, nos unimos a los santos del cielo para rezar por los fieles difuntos. Estos individuos son recordados anualmente porque los conocimos personalmente. Rezamos por sus almas para que sean admitidas en la Compañía de los Santos en el cielo. Recibamos estas dos importantes fiestas con gratitud y devoción.
Noviembre también marca para esta iglesia local la Misa de apertura en celebración del 75 aniversario de la creación de la Diócesis de Austin el 19 de noviembre. Mantengo en la oración a los muchos que nos precedieron: los que estuvieron presentes en la fundación de la Diócesis de Austin e incluso los fieles católicos que vinieron antes. Acompáñenme a recordarlos, particularmente en la celebración de la Santa Misa. Espero verlos en este evento histórico para que juntos demos alabanza y gloria a Dios.