Doy gracias por la decisión de la Corte Suprema que resguarda el don de la vida que Dios nos ha dado. El compromiso de la Iglesia de proteger la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural se mantiene firme. Espero que este fallo sea recibido con genuino respeto mutuo y cuidado por el bien común.
Si bien esta decisión plantea la cuestión de decidir el permitir los abortos electivos ante cada legislatura estatal y no prohíbe el aborto en todo el país, es un paso importante para ayudar a salvar vidas al proteger a los niños en el vientre.
La Iglesia continúa orando y apoyando públicamente las decisiones como esta y continuará abogando con las legislaturas estatales para proteger a los más vulnerables de nuestra nación – los niños no nacidos y las madres que llevan un niño en sus vientres. Seguimos comprometidos y no cederemos en acompañar a las madres que enfrentan embarazos no planeados.
Continuamos pidiendo por la intercesión de Nuestra Santísima Madre para que proteja toda vida humana en especial la vida en el vientre.
Si usted o alguien que conoce está enfrentando un embarazo no planeado, hay muchas organizaciones y recursos disponibles para madres y padres, que incluyen: