Uno de los momentos más preciados de mi ministerio como obispo es el presidir en las ordenaciones al sacerdocio. Mañana es uno de esos días, cuando a través de la imposición de mis manos y la oración de la consagración sacerdotal, esta Iglesia local dará la bienvenida al sacerdocio de Jesucristo a tres hombres que escucharon el llamado del Espíritu Santo y dijeron sí a una vida de gracia.
La ordenación de un sacerdote llega después de años de discernimiento sobre la voluntad de Dios, de formación espiritual, de educación teológica, de formación pastoral y de oración fiel. Durante el Rito de Ordenación, les haré a los candidatos varias preguntas sobre su decisión de desempeñar el ministerio de presbítero. Sus promesas de obediencia a mí y a mis sucesores y de una vida de celibato se basan en el sacerdocio del mismo Jesús, quien fue obediente al Padre en su Pasión, Muerte y Resurrección.
Para mí, personalmente, uno de los elementos más poderosos del rito subraya la relación espiritual entre un obispo y su sacerdote cuando el candidato pone sus manos en las manos de su obispo. Este movimiento, signo de respeto y obediencia, demuestra la participación del sacerdote en el ministerio del obispo diocesano.
El Día de la Ordenación es como ningún otro en la vida de un sacerdote y con cada ordenación recuerdo mi llamado al sacerdocio y el profundo don de servir a nuestro Señor y a su Pueblo. Acompáñenme en oración para dar la bienvenida al sacerdocio a los diáconos Sam Bass, Jakob Hurlimann y Fernando Ricaud. Que la amorosa protección de la Santísima María, Madre de los Sacerdotes, los sostenga mientras comienzan su ministerio ordenado de enseñar, santificar y servir.
Información sobre el evento:Ordenación al Sagrado Orden del Sacerdocio
Con gran alegría y acción de gracias, el Obispo Joe Vásquez ordenará a los diáconos Samuel Bass, Jakob Hurlimann y Fernando Ricaud al sacerdocio el 11 de junio a las 10:30 a.m. en la Parroquia de San Vicente de Paul en Austin.