Hoy hace dos años, la Corte Suprema de los Estados Unidos emitió su fallo sobre Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization, el cual anuló la decisión de Roe v. Wade que legalizó el aborto en todos los 50 estados. El fallo sobre Dobbs fue una decisión histórica que brindó protección legal a los niños en el vientre materno. Agradecemos a quienes han trabajado incansablemente durante casi 50 años abogando por los más vulnerables de nuestra sociedad. Lamentablemente, los abortos continúan en nuestro país y en ocasiones hasta el nacimiento. Por esta razón, es imperativo que nos mantengamos firmes en la oración y sigamos abogando por la protección de los bebés que se encuentran en el vientre materno.
La decisión Dobbs fue una victoria judicial, pero nuestros esfuerzos se extienden más allá de las batallas legales. Nuestra cultura permanece profundamente dividida sobre este tema; debemos siempre de esforzarnos por construir una cultura de vida recibiendo con los brazos abiertos y apoyando a las madres y valorando a las familias. Pedimos a Dios que transforme los corazones y mentes de nuestra sociedad y los conduzca al Evangelio de la Vida.
Nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, nos recuerda que debemos encontrarnos con las personas en cualquier circunstancia que se encuentren y caminar con ellas con compasión y amor. Nuestra respuesta a este llamado es una iniciativa de la Iglesia Católica en los Estados Unidos, Camina con Madres Necesitadas, la cual se esfuerza por asegurar que cada parroquia se convierta en una fuente de asistencia y consuelo para mujeres ofreciéndoles una amistad Cristiana auténtica y los recursos que necesitan para escoger la vida. Los invito a conocer más sobre esta iniciativa y cómo pueden ayudar.
Como Católicos, es nuestra responsabilidad y privilegio defender la dignidad y la santidad de cada vida humana. Oremos por tener el valor y la sabiduría para proteger y defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Juntos, seamos la voz que defiende la vida, demostrando nuestro amor y reverencia por cada niño.