Al enterarnos del fallecimiento de nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, nos unimos en oración de agradecimiento por sus 12 años de servicio fiel a la Iglesia Universal como el sucesor de San Pedro. Siempre devoto de la Santísima Virgen María y con su intercesión, su compromiso con la justicia social y su preocupación profunda por los pobres y por aquellos en la periferia de la sociedad permanecerán entre sus muchos legados. El primer pontífice del continente americano, el Papa Francisco dio una nueva perspectiva al papado, diciendo humildemente a la multitud en la plaza de San Pedro la noche de su elección, “pareciera que mis hermanos cardenales han ido al fin del mundo para conseguir uno (un Papa), pero aquí estamos”.
Oramos por que nuestro Santo Padre, quien ha sido recibido en los brazos de nuestro Señor descanse ahora de sus trabajos terrenales y escuche las palabras, “Bien hecho, mi buen siervo fiel (Mt. 25:21)”. Concédele el descanso eterno, Oh Señor, y que luzca para él la luz perpetua. Descanse en paz. Amén.