Por Mary P. Walker | Corresponsal
El Diácono Zack Rodriguez, de 33 años, fue bautizado Católico, pero no fue completamente iniciado en la fe hasta la universidad. Él es hijo de Ricky y Doris Rodriguez de Elguin. Él tiene dos hermanos mayores, Luke y Mark. Junto con Sacred Heart Parish en Elgin, el Diácono Rodriguez considera a St. John Vianney Parish en Round Rock como su parroquia.
Su familia atendió diferentes iglesias protestantes mientras que él crecía. Él caracterizó su experiencia de fe temprana como Cristiana, con un componente social fuerte. Como estudiante en la University of Texas en Austin, él dejó de ir a la iglesia y adoptó una mentalidad secular, viendo a la religión como algo que le impedía hacer aquello que él quería hacer.
Mientras tanto, los hermanos mayores del Diácono Rodriguez volvieron a sus raíces Católicas. Luke, mientras estaba en Irak con los Marines, redescubrió la belleza del Catolicismo a través del ministerio de un capellán. Al mismo tiempo, Mark fue director musical para una congregación Luterana y “estudió” su camino de regreso a la fe. Los hermanos, también, tenían discusiones vivaces sobre el Catolicismo con sus padres, quienes, al principio se resistían, pero después volvieron a la fe. El Diácono Rodriguez fue testigo de los cambios positivos en su familia, especialmente en su hermano Mark.
Un día, él visitó el University Catholic Center y conoció al Padre Ed Koharchik. En lugar de una pregunta gentil sobre la fe, el Diácono Rodriguez pasó una hora diciéndole “qué estaba mal con la Iglesia Católica”. El Padre Koharchik escuchó pacientemente y lo invitó a que regresara a platicar otra vez y a ayudar a otros estudiantes a pintar la cocina de la rectoría.
“Poco a poco, mi corazón se fue suavizando,” dijo el Diácono Rodriguez. Él se unió al proceso del Rito de la Iniciación Cristiana para Adultos (RCIA) del University Catholic Center y recibió el sacramento de la confirmación y su primera Comunión.
El Diácono Rodriguez cree que escuchó a Dios por primera vez llamándolo al sacerdocio, un poco después de que fue confirmado. Sin tener el valor, el conocimiento o la experiencia para responder, tenía miedo y lo mantuvo un secreto, y no buscó una guía.
“Por que no crecí observando a sacerdotes, no tenía una idea de lo que es la vida de un sacerdote,” dijo. Él también dejó de practicar la fe por un tiempo. Sin embargo, más tarde descubrió que la fe “estaba llenando cualquier tipo de vacío que yo estaba tratando de llenar solo”.
Después de la universidad, él fue un agente de bienes raíces por un rato. Cuando él experimentó el llamado de Dios otra vez a los 24 años, él no lo mantuvo en secreto y buscó quien lo guiara. Mientras estaba discerniendo, el Padre Michael O’Connor, entonces
pastor de St. John Vianney Parish, fue su director espiritual. El Diácono Rodriguez da crédito a su ejemplo por haberlo introducido a las bendiciones y retos de la vida de un sacerdote
diocesano.
La formación seminarista del Diácono Rodriguez comenzó en St. Joseph Seminary College en Covington, Louisiana y continuó en el Pontifical North American College en Roma. Él disfrutó su experiencia como seminarista.
“La iglesia se derrama en ti como seminarista, y se te concede toda oportunidad para crecer y responder a la gracia de Dios trabajando en tu vida,” dijo.
Como sacerdote, él espera con ansia celebrar Misa y administrar los sacramentos, especialmente el sacramento de la reconciliación, que fue clave en su propia historia de conversión. Él quiere llevar las gracias del sacramento a otros, dijo.
Él También anima a hombres y mujeres que se preguntan si Dios los está llamando al sacerdocio o a la vida religiosa a orar, y a dejar que otros sepan que lo están considerando.
“La vocación es más que tú mismo o tu entendimiento. Tienes que permitir que Dios te muestre su tremendo amor. Se trata de la relación, no de una meta final,” dijo el Diácono Rodriguez.
Él celebrará una Misa de acción de gracias el 28 de junio a las 11 a.m. en St. John Vianney Parish en Round Rock.