Editora: Señor Obispo, este mes estamos continuando nuestras entrevistas sobre cada uno de los siete sacramentos. Este mes, nuestro enfoque es en la unción de los enfermos ¿Cuál es la importancia de este sacramento?
Obispo Vásquez: El sacramento de la unción de los enfermos continúa el trabajo de Jesucristo. La unción de los enfermos es un sacramento de sanación administrado para el cuidado de nuestros hermanos y hermanas quienes están seriamente enfermos, los ancianos y aquellos enfrentando procedimientos médicos serios. Este sacramento ofrece la presencia y oraciones de la comunidad Cristiana a aquellos pasando por la enfermedad. A través de este sacramento, Dios nos fortalece cuando nuestras mentes y cuerpos se han debilitado.
Dios quiere compartir con nosotros en cada aspecto de nuestras vidas, incluyendo cuando estamos enfermos. La presencia de Dios con frecuencia nos llega a través de la comunidad de fe. Es por ello que oramos en la liturgia de la unción:
“Padre en el cielo, a través de esta santa unción, concédele a (nombre de la persona que está enferma) consuelo en su sufrimiento. Cuando él/ella tenga miedo, dale valor, cuando esté afligido(a), dale paciencia, cuando esté abatido(a), dale esperanza, y cuando esté solo(a), asegúralo(a) del apoyo de tu santa gente. Te lo pedimos a través de Cristo Nuestro Señor. Amén”. Esta es una bella oración de consuelo y comunidad para aquellos que están sufriendo.
En un tiempo, el sacramento de la unción de los enfermos fue llamado la extremaunción. La palabra extrema se refiere a que la persona está en peligro de muerte. Hoy la iglesia quie-re que aquellos que están seriamente enfermos reciban el sacramento y no esperar hasta que la muerte esté cerca.
Editora: Así que, ¿es la sanación física el propósito primario de la unción de los enfermos?
Obispo Vásquez: Como vimos en la oración de arriba, a través de la unción de los enfermos, la iglesia ora por la sanación de la persona, pero la oración se enfoca fuertemente en el fortalecimiento de la persona emocionalmente y espiritualmente para que no pierdan la esperanza. A través de la unción, la persona es fortalecida para continuar aferrándose a Jesús en la fe y para unir su enfermedad y sufrimiento al sufrimiento de Cristo.
Editora: ¿Cuáles son las partes importantes de la unción de los enfermos y de los últimos ritos?
Obispo Vásquez: El sacramento de la unción de los enfermos es administrado por un obispo o sacerdote imponiendo las manos a la persona enferma y ungiéndola en la frente y manos mientras que el sacerdote ora. Una persona que está enferma puede ser ungida en casa o en un hospital o lugar de cuidados. El sacramento puede también incluir la oportunidad para que la persona enferma haga una buena confesión, y puede ser seguida por la recepción de la Sagrada Comunión. En muchas parroquias, el sacerdote ofrece regularmente la unción de los enfermos después de la Misa diaria. El sacramento también está disponible contactando a su sa-
cerdote parroquial.
Editora: ¿Cuál es la diferencia entre la unción de los enfermos y los últimos ritos?
Obispo Vásquez: La unción de los enfermos es administrada a aquellos que están seriamente enfermos. En este sacramento, la iglesia nos da oraciones especiales para ayudar a fortalecer a la persona que ha sido diagnosticada con una enfermedad crónica o terminal, o una persona que es de la tercera edad o que está enfrentado una cirugía significativa.
Los últimos ritos incluyen varios sacramentos (confesión, unción de los enfermos y la Eucaristía) dados a aquellos que están cercanos a morir. Si la persona puede hablar, se le invita a hacer una buena confesión. Se pide a los santos que vengan y asistan a esta persona que está cercana a la muerte mientras que se prepara para su encuentro con Dios en la manera más profunda. La persona es ungida y entonces, si la persona puede, recibe la Eucaristía.
Cuando la Eucaristía es dada a una persona cercana a la muerte, es llamada el Viaticum, que literalmente significa la provisión dada a aquellos que están viajando. La persona recibe la Eucaristía por que está en camino hacia Dios. A través de estos últimos ritos, recibimos la gracia de aceptar nuestra mortalidad mientras completamos nuestro viaje aquí en la tierra y vamos hacia una nueva vida con Dios.
Editora: ¿Se puede recibir la unción de los enfermos más de una vez?
Obispo Vásquez: Sí, la unción de los enfermos puede ser repetida para la persona que está enferma dependiendo de la intensidad de la enfermedad. Por ejemplo, si la enfermedad de la persona empeora, o si es llevada al hospital, o si un tratamiento diferente, tal como la quimioterapia, debe ser administrado una persona puede recibir de nuevo la unción de los enfermos.
Debe administrarse el sacramento a aquellos sufriendo de enfermedades crónicas, de manera que la persona que está sufriendo no pierda la esperanza. Jesucristo siempre está con aquellos que están enfermos, y el sacramento les confirma de nuevo su presencia, ofreciéndoles esperanza y consolación.
Editora: Sólo los sacerdotes pueden administrar la unción de los enfermos ¿Correcto?
Obispo Vásquez: Sí, el ministro apropiado para administrar este sacramento es un obispo o un sacerdote. Esto viene de la misma sagrada Escritura. Desde el comienzo de la iglesia, este sacramento ha sido administrado por los presbíteros, los sacerdotes y obispos de la iglesia. En la carta de Santiago escuchamos, “¿Hay alguno enfermo – entre ustedes-? Que llame a los ancianos de la Iglesia, que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor”.
Un diácono puede visitar a los enfermos y orar con ellos y llevarles el Viaticum a aquellos gravemente enfermos o moribundos, pero no puede administrar la unción de los enfermos. La familia y amigos deben también orar con sus seres queridos que estén enfermos o cercanos a la muerte. Una de las obras espirituales de misericordia es orar por los vivos y los muertos. Como Cristianos, debemos proveer a la gente de nuestra asistencia a través de la oración. Cuando estoy enfermos, encuentro gran consuelo cuando la gente ora por mí. Debemos también orar por aquellos profesionales del cuidado de la salud. Estos hombres y mujeres que cuidan de los enfermos y los moribundos necesitan ser apoyados por la iglesia por que ellos también participan en el trabajo de sanación de Jesucristo.
Lo más importante sobre la unción de los enfermos es el despertar en nosotros el entendimiento de que la gente enferma necesita la presencia de Dios y de la iglesia. En este frágil momento en la vida, cuando están, probablemente enfrentando la muerte, necesitan recibir confirmación de que están conectados a la comunidad de fieles, al Cuerpo de Cristo.
Debemos recordar también lo que la iglesia enseña sobre el sufrimiento redentor. Como declara el Catecismo de la Iglesia Católica, “Por su pasión y su muerte en la Cruz, Cristo dio un sentido nuevo al sufrimiento: desde entonces éste nos configura con Él y nos une a su pasión redentora,” CIC, 1505.
Como Cristianos nuestra fe nos asegura que, aunque debamos enfrentar la muerte, nuestra esperanza está en Jesucristo quien murió y resucitó para salvarnos y darnos vida eterna.
Editora: ¿Cuál es su oración por aquellos que están enfermos?
Obispo Vásquez: Dios, nuestro Padre, escucha el llanto de aquellos que están sufriendo por la enfermedad. Que los enfermos unan su dolor y sufrimiento a la cruz de Jesucristo y que Él les conceda la sanación. Que el Espíritu Santo calme y consuele a quienes están enfermos y con dolor. Lo pedimos a través de Cristo, nuestro Señor. Amén.