Editora: Señor Obispo, el 9 de abril, el Papa Francisco publicó su tercera exhortación apostólica, “Gaudete et Exsultate” ¿Cuál fue la intención del Santo Padre con esta exhortación particular?
Obispo Vásquez: El Santo Padre dice muy claramente que su propósito al escribir esta exhortación es “proponer de nuevo el llamado a la santidad de una manera práctica para nuestro tiempo, con todos sus riesgos, retos y oportunidades”. Él quiere que recordemos que todos estamos llamados a la santidad. Citando al Vaticano II y Lumen Gen-tium, él recuerda que toda la gente – en cualquier estado de la vida en que se encuentren - están llamados a ser santos.
El Papa Francisco da ilustraciones y ejemplos muy claros, así que la
exhortación apostólica es fácil de entender pero aún así es retadora. Uno de los mejores ejemplos que él da se trata de una mujer que al estar de compras se encuentra con una vecina en la tienda de abarrotes. Antes de darse cuenta, ya están contándose chismes, pero la mujer decide no tomar parte en los chismes, así que se va. El Santo Padre dice que ese es un paso hacia la santidad. La mujer se va a casa y su hijo quiere hablarle sobre sus sueños, y aunque está cansada, se sienta y escucha a su hijo. Ese es otro paso hacia la santidad. Más tarde se siente confundida y nerviosa, así que comienza a rezar el rosario. Ese es otro paso hacia la santidad. Finalmente, ella se encuentra a una persona pobre en la calle y lo trata con amabilidad.
Todos estos pasos están llevando a esta mujer a la santidad, en nuestras vidas diarias, todos tenemos experiencias muy similares a las de esta mujer. Él nos está enseñando que la santidad está disponible para cada uno de nosotros a través de gestos ordinarios.
Editora: El Papa Francisco discute el agnosticismo y el pelagianismo en el segundo capítulo de “Gaudete et Exsultate” ¿Qué son y cómo privan de la santidad?
Obispo Vásquez: El Papa Francisco ve dos peligros o “formas falsas” de santidad en el mundo de hoy: agnosticismo y pelagianismo. Éstas no sólo se encuentran en el mundo, sino también aquí en nuestra iglesia. Él nos advierte para que seamos cuidadosos por que ambas son bastante sutiles. “Aún hoy los corazones de muchos cristianos, quizá sin darse cuenta, se dejan seducir por estas propuestas engañosas,” dice en el párrafo 35.
El agnosticismo es el entendimiento de que uno se vuelve santo o se acerca a Dios a través de lo que uno sabe. La palabra “gnos” significa conocimiento. El agnosticismo es un punto de vista elitista en el que sólo unos pocos poseen el conocimiento definitivo- la idea de que poseemos la verdad y nadie más lo hace.
Sin embargo, el Papa Francisco dice que solo por que tengamos gran conocimiento no necesariamente significa que seamos santos. “…eso que creemos saber debería ser siempre una motivación para responder mejor al amor de Dios,” dice en el párrafo 45.
El Pelagianismo es también una gran preocupación para el Papa Francisco. Los Pelagianos piensan que pueden alcanzar la santidad a través de su esfuerzo humano o personal. Creen que lo que hacen les ganará su lugar en el cielo y se olvidan de lo que la gracia derrama sobre cada uno de nosotros. “Su amistad [de Dios] nos supera infinitamente, no puede ser comprada por nosotros con nuestras obras y solo puede ser un regalo de su iniciativa de amor,” dice en el párrafo 54.
Editora: ¿Cómo nos guían las bienaventuranzas hacia la santidad, de acuerdo a la exhortación?
Obispo Vásquez: El Papa Francisco nos da una hermosa reflexión sobre las bienaventuranzas en el corazón de la exhortación apostólica. Como el Papa Francisco declara en el párrafo 63, “Jesús explicó con toda sencillez qué es ser santos, y lo hizo cuando nos dejó las bienaventuranzas”.
El Santo Padre hace una fuerte conexión entre las actividades espirituales y las acciones enraizadas en la misericordia. De hecho, él dice que ambas no pueden ser separadas, y la autenticidad de nuestra oración queda de manifiesto en cómo nos convertimos y actuamos más humildemente y con más misericordia.
Editora: Muchos de aquellos que han revisado esta exhortación la han llamado una guía práctica para la santidad ¿Cuáles son otras maneras prácticas que el Papa sugiere?
Obispo Vásquez: Existen maneras ordinarias, comunes, hacia la santidad. Una de las cosas más básicas que él dice que nos lleva a la santidad, es la oración. “La oración confiada es una reacción del corazón que se abre a Dios frente a frente, donde se hacen callar todos los rumores para escuchar la suave voz del Señor que resuena en el silencio,” escribe en el párrafo 149.
El Papa también habla sobre hacer sacrificios. Sacrificios ordinarios, tales como el hecho por la mujer en la tienda de abarrotes, nos llevan hacia la santidad.
Otra cosa de la que habla es sobre ser gozosos. “Sé santo viviendo con alegría tu entrega. ¿Estás casado? Sé santo amando y ocupándote de tu marido o de tu esposa, como Cristo lo hizo con la Iglesia. ¿Eres un trabajador? Sé santo cumpliendo con honradez y competencia tu trabajo al servicio de los hermanos. ¿Eres padre, abuela o abuelo? Sé santo enseñando con paciencia a los niños a seguir a Jesús. ¿Tienes autoridad? Sé santo luchando por el bien común y renunciando a tus intereses personales,” dice en el párrafo 14.
Editora: Él Papa también discute el combate espiritual y el discernimiento en el capítulo final ¿Cómo nos ayuda el discernimiento a combatir el mal?
Obispo Vásquez: El Papa Francisco es muy claro en que todos los Cristianos están involucrados en un combate espiritual; “La vida Cristiana es un combate permanente,” dice en el párrafo 158. Aquellos que estamos buscando ser santos, vamos a ser retados, vamos a batallar, vamos a tener que pelear por la santidad. No estamos simplemente luchando contra nuestras propias debilidades y pecados, estamos combatiendo espíritus malignos. El demonio, dice el Papa Francisco, no es una idea fuera de moda. “Él [demonio]no necesita poseernos. Nos envenena con el odio, con la tristeza, con la envidia, con los vicios. Y así, mientras nosotros bajamos la guardia, él aprovecha para destruir nuestra vida, nuestras familias y nuestras comunidades,” dice en el párrafo 161.
“Para el combate tenemos las armas poderosas que el Señor nos da: la fe que se expresa en la oración, la meditación de la Palabra de Dios, la celebración de la Misa, la adoración eucarística, la reconciliación sacramental, las obras de caridad, la vida comunitaria, el empeño misionero. Si nos descuidamos nos seducirán fácilmente las falsas promesas del mal,” continúa en el párrafo 62.
Editora: ¿Cuál es su oración por todos nosotros mientras nos esforzamos por alcanzar la santidad?
Obispo Vásquez: Mi oración es por que la exhortación apostólica del Santo Padre despierte en nosotros el deseo de volvernos santos. Los eventos diarios, ordinarios, pueden llevarnos hacia la santidad. Momentos ordinarios de silencio y oración ofrecen oportunidades maravillosas para convertirse en santo. La santidad no sólo es encontrada al convertirse en sacerdote, hermana, o religioso. Esas son vocaciones que tienen su propia dignidad y son buenas, y llevan a la gente hacia la santidad, pero el Papa Francisco dice que los esposos, esposas, la gente soltera y los jóvenes están llamados y viven vidas santas.
Descubramos todos el llamado de Dios hacia la santidad y respondamos de manera completa de manera que experimentemos realización y gran gozo. Pidamos la intercesión de María, Madre de Dios, quien siempre nos ayuda a crecer en santidad.