Por Enedelia J. Obregón | Corresponsal
Hay esperanza en el aire en un pequeño salón de clases en un edificio portátil que sirve como el salón parroquial para la Dolores Parish en Austin.
Media docena de estudiantes observan con cuidado mientras que Zach Lindsey escribe en un pizarrón: la Constitución es la ley suprema de la tierra ¿Qué son las enmiendas? ¿Cuáles son las tres ramas del gobierno? Algunos estudiantes sentados alrededor de unas mesas largas, dan las respuestas, sus lenguas tratando de formar las palabras rápidamente en este lenguaje difícil y extranjero llamado inglés. Otros, no tan seguros, miran sus libros de trabajo o unos a otros buscando ayuda.
Parte, de 31 años con una sonrisa contagiosa que usa solo un nombre, se ríe al tratar de pronunciar “representative”.
Es de mucha importancia que estos estudiantes sepan las respuestas y puedan pronunciarlas correctamente en inglés. Los estudiantes son residentes legales y permanentes de Estados Unidos con green cards, preparándose para su examen de ciudadanía. Su clase es un esfuerzo colaborativo entre Manos de Cristo y Catholic Charities of Central Texas.
Lindsey dijo que Manos de Cristo ofrece clases de inglés como segunda lengua y clases de ciudadanía en varias localidades en el área de Austin. Este es el segundo año en que las clases de ciudadanía han sido ofrecidas en Dolores Parish, ubicada en el barrio este de Montopolis en Austin.
“Realmente he disfrutado enseñar las clases de ciudadanía,” dijo Lindsey. “Enseñar ESL no se siente como un trabajo; es como hablar con adultos alrededor de una taza de café. Pero enseñar ciudadanía es muy especial. Esta gente está muy apasionada por aprender. Verlos pasar por esta larga experiencia y proceso es maravilloso”.
Gloria Coronado dijo que después de muchos años con una green card, teme no poder renovarla dado el clima político actual. La ciudadanía para ella significa seguridad. “También quiero un buen trabajo,” dijo Coronado, quien trae a sus hijos Leonardo, 12, y Emmanuel, 6, por que su esposo trabaja hasta tarde. “También quiero votar e involucrarme en las actividades de mis hijos”.
Parte quiere ser una ciudadana porque, “todo en los Estados Unidos es bueno. Es el número uno en el mundo. Quiero votar”.
Ella y su esposo salieron de Myanmar, antes conocido como Burma, en 2004 y pasaron siete años en un campamento de refugiados en Malasia antes de venir a los Estados Unidos hace más de cuatro años. Ellos tienen ahora un hijo de 7 años.
Su reto es hablar inglés. Para meter su N-400 – la aplicación para la ciudadanía- ellos deben de viajar a San Antonio para ser entrevistados por agentes de los U.S. Citizenship and Immigration Services, una rama del Departamento de Homeland Security.
En preparación, estudiantes voluntarios de la Universidad de Texas, Trevor Moore y Stephanie Steele actuaron la entrevista como ensayo. Ellos hicieron y respondieron a preguntas de la página 20 de la aplicación, la cual pide información detallada. Los estudiantes entonces practicaron unos con otros.
La apuesta es alta. Cuesta $725 dólares aplicar. Los que aplican tienen dos oportunidades para aprobar. Fallar dos veces significa retomar las clases y pagar otros $725 para aplicar.
“El nivel de inglés es la razón por que la mayoría de la gente reprueba,” Lindsey dijo a sus estudiantes. “La N-400 es un cuestionario legal complicado. Los agentes pueden hablar muy rápido. Usted puede pedirles que hablen más lento o por favor, repitan”.
Puede ser un acto de acrobacia estar en clases. El esposo de Parte se queda en casa con su hijo mientras ella asiste a la clase. Una vez que ella sea ciudadana, él atenderá la clase.
Asociándose con CCCTX Recientemente ha habido un aumento en los residentes permanentes comenzando el proceso de ciudadanía.
Previamente CCCTX ayudó a cerca de 40 personas al año a obtener su ciudadanía. Durante los dos años pasados, el número ha aumentado a entre 110 y 120 al año. En todo el país, el número de aplicaciones a la ciudadanía aumentó un 18 por ciento.
Lindsey también dio la bienvenida a Justin Estep, director de los servicios legales de inmigración de CCCTX y un abogado de inmigración, quien vino a la clase a contestar las preguntas legales que tenían los estudiantes.
En el 2016, CCCTX recibió un subsidio de dos años de $250,000 del Departamento de Homeland Security para servicios legales para residentes permanentes aplicando a la ciudadanía. CCCTX dividió el subsidio con Manos de Cristo, que provee de maestros y materiales tales como libros.
CCCTX usó el dinero del subsidio para contratar personal con conocimientos legales de inmigración para poder guiar a sus clientes a través del complicado proceso. Los clientes deben de cumplir con 200 por ciento de los lineamientos federales de pobreza para calificar para obtener un abogado de inmigración de CCCTX o representativos acreditados del Departament of Justice con conocimiento sobre la ley de inmigración. Esto quiere decir que una pareja puede tener un salario anual de hasta $33,000. Una familia de cuatro puede ganar hasta $50,000.
Estep recomendó que todo el que esté aplicando a la ciudadanía contrate un abogado, lo cual puede ser caro. CCCTX cobra cerca de $90 por el proceso completo para aquellos que califican. En el sector privado, puede costar desde $2,000 hasta $5,000.
Estep dijo que la ley de inmigración es complicada, y hay ocasiones en las que U.S Citizenship and Immigration Services distribuye un memo sobre un cambio en el procedimiento pero no lo hace público. Un pequeño cambio puede arruinar la aplicación de alguien si no tienen la ayuda de alguien que conoce bien la ley.
Las leyes de inmigración a menudo son contradictorias porque han sido adoptadas poco a poco ya que no ha habido una reforma migratoria integral, dijo. Respecto a los ciudadanos atrapados en las redadas de Inmigración y Aduanas, Estep ofreció algunos consejos. Los ciudadanos naturalizados deben llevar sus tarjetas de naturalización en todo momento. Es la ley. A aquellos que nacieron como ciudadanos de los Estados Unidos pero que temen que también puedan ser detenidos durante una redada, se les recomienda que obtengan un pasaporte y una tarjeta de pasaporte. Deje el pasaporte en casa y lleve la tarjeta del pasaporte, dijo. CCCTX espera que el subsidio para los trabajos de ciudadanía sea renovado; Sin embargo, si no es así, CCCTX volverá a los días de tarifas muy reducidas y un plan de pago flexible, incluso si aumenta el número de solicitantes de ciudadanía, dijo Estep.
Para obtener más información acerca de los Servicios Legales de Inmigración en CCCTX, llame al (512) 651-6100.