Por Carlos Anchondo | Corresponsal Especial
Todo comenzó en 1996 con un hobby abandonado.
Jeremy Rodriguez estaba en el último año de la preparatoria cuando vino a casa un día y notó una guitarra que estaba en su sala de estar. Su padre la había comprado sin pensarlo. Las notas para el “easy guitar” de los Beatles se encontraban a un lado, picando aún más la curiosidad de Rodriguez.
Él tomó la guitarra acústica y la rasgó sin pensar. Se sintió bien en sus manos, como si le hubiera estado haciendo falta siempre. Recordando las sesiones de air guitar con temas de Elvis Presley y Stevie Wonder, y con la ayuda de libros de canciones de los Beatles, Rodriguez avanzó de principiante a pasable y a adicto.
Más de 20 años después, Rodriguez todavía está enamorado con el canto.
“La música puede expresar cosas que las palabras solas no pueden,” dijo Rodriguez. “La música es una manera de inspirar a otras personas – para mí, es culto”.
Rodriguez es el director del coro juvenil en la Parroquia de St. Mary of the Visitation en Lockhart. El coro actúa cada segundo y cuarto domingo, alternando con el coro de adultos de la parroquia. Desde el año 2000, Rodriguez ha acrecentado el grupo de unos pocos individuos a un grupo de más de 10. Mientras ha ido creciendo, él ha inculcado en el coro un respeto profundo por la liturgia.
“Tocar en la Misa no es una presentación,” dijo Rodriguez. “Yo conduzco al pueblo de Dios en el culto divino”.
Cuando Rodriguez, 38, comenzó, se preocupaba de que los parroquianos disfrutaran la música. Con tiempo, se dio cuenta de que lo que importa es que la música traiga a la iglesia más cerca en comunión con Dios.
Un ministerio de Amor
Más de 70 adolescentes han participado en el coro juvenil durante el tiempo de Rodriguez, muchos de ellos fueron reclutados del grupo juvenil, el cual Rodriguez lideró como director de 2007 a 2013. Jamie Sanchez se unió al grupo en sexto grado Sus tías, que conocían a Rodriguez, creyeron que él sería un modelo masculino estable para su sobrino, quien creció sin un padre. Sanchez rápidamente encontró amigos en el grupo juvenil y se unió al coro juvenil tres años más tarde. Rodriguez notó el amor de Sanchez por la música y le dio lecciones de guitarra y de canto.
“Jeremy y yo conectamos en muchos niveles y específicamente con música,” dijo Sanchez, quien ahora ve a Rodriguez como a un hermano.
Sanchez ha pasado los últimos dos años con NET Ministries como tutor de retiros Católicos juveniles y escuelas parroquiales. Inspirado por el ejemplo de Rodriguez, él conecta con aquellos que se encuentran espiritualmente rotos y ayuda a guiarlos hacia una vida de fe más fructífera.
El poder de la música como una salida catártica no se ha perdido en Rodriguez, cuya infancia disfuncional fue confortada por el descubrimiento de la guitarra. Rodriguez señala la historia bíblica de David, quien pri-
mero se hizo famoso como un talentoso músico de la lira para el Rey Saúl. Saúl era atormentado por espíritus malos y solo era confortado por las melodías de David. Rodriguez también cree en el poder de la música para evacuar al mal.
Confiando en Dios
El viaje de Rodriguez no es uno sin dificultades.
En 2013, Rodriguez tomó la difícil decisión de dejar su puesto como director del grupo juvenil de St. Mary’s. Por más de seis años en esta posición, Rodriguez lideró a más de 400 jóvenes en sus viajes espirituales. Mientras se transicionaba a la vida como un músico de tiempo completo, Rodriguez comenzó a ser atacado por las dudas. Comenzó a tener ataques de pánico. La ansiedad parecía con-
sumirlo. Después de que se le recetaran píldoras, Rodriguez hizo un recuento de su fe.
“Siempre había tenido una vida de oración, pero en este momento en el que estaba realmente buscando la verdad, caí en esta rendición con Dios,” dijo Rodriguez. “Supe entonces que ya no podía manejar las cosas sólo”.
Rodriguez nunca tomó los medicamentos recetados, pero aún los carga consigo como un recordatorio. Ahora pasa cerca de dos horas diarias en oración con Dios.
Un Discípulo
No todo antiguo miembro de un grupo juvenil o coro ha permanecido fiel a su fe. En ocasiones, Rodriguez se pregunta qué pudo haber hecho de manera distinta para mantenerlos a todos comprometidos en su fe, pero se da cuenta de que existen cosas que con frecuencia están fuera de su control.
Su mayor deseo es ayudar a otros. Además de servir como director del coro juvenil, Rodriguez trabaja con la Diócesis de Austin y viaja con regula-
ridad a retiros juveniles dando discursos y liderando el culto divino musical. Basado en su fuerte vida de oración, Rodriguez no sólo tiene fe, sino que también la comparte. Él no sólo busca confiar en el plan de Dios, sino que anima a otros a hacer lo mismo.
A comienzos de febrero, Rodriguez será el maestro de ceremonias en la Convención Católica Juvenil Diocesana 2018 en Waco, la que reunirá a más de 2,000 jóvenes Católicos para un fin de semana de talleres y oración. Por cuatro años consecutivos, Rodriguez y Soundwave – él dejó la banda en 2016 – lideraron DCYC.
No Tengan Miedo
Durante el año pasado, Rodriguez se embarcó en un acto individual llamado |:toLoveandRescue:|. A través de su nuevo y extendido disco (EP), él se encuentra haciendo lo que siempre quiso hacer con música – inspirar a otros.
Rodriguez mira hacia atrás, hacia los momentos más oscuros de su vida y reconoce que sin la oración y la intercesión de otros, no estaría donde está hoy. Su cita favorita es, “Hermanos y hermanas, no tengan miedo de darle la bienvenida a Cristo y aceptar su poder…abran las puertas de par en par para Cristo,” de San Juan Pablo II.
“Todos necesitan ser amados y todos necesitan ser rescatados,” dijo Rodriguez. “Eso no significa que nos forcemos a nosotros mismos a recatarlos, pero que los amemos los suficiente para extenderles la mano”.
Esta es la aproximación que Rodriguez ha tomado a lo largo de su progresión como un líder. Buenos líderes, dijo, salen al encuentro de las personas en donde éstas están. Como el director del coro juvenil, Rodriguez cree que la verdadera belleza de la música no reside en qué tan fuerte o qué tan bien cantemos, sino en el estar juntos en el canto.
El Padre Ed Karasek, pastor de la Parroquia de St. Mary, dijo “Dios ha bendecido a Jeremy con una gran voz y talento musical. Estoy contento de que él comparta este don con la gente de St. Mary’s”.
Nota de la editora: Carlos Anchondo atendió la Parroquia de St. Mary of the Visitation en Lockhart de 1996 a 2010. Él fue un miembro del grupo juvenil de St. Mary’s mientras que Jeremy Rodriguez era el director.