Nota de la Editora: Esta es la primera de una serie de dos partes sobre el servicio en ministerio a aquellos con capacidades diferentes. La segunda entrega aparecerá en la edición de enero del Catholic Spirit.
Por Carla L. Smith
Corresponsal
Las palabras de Cristo y las enseñanzas de la iglesia afirman la dignidad de cada ser humano, incluyendo a aquellos con capacidades especiales. Éste fue el enfoque de la reciente conferencia diocesana “Hechos a Imagen de Dios: Trabajando con Niños con Necesidades especiales” la cual fue ofrecida por la oficina diocesana de Evangelización, Catequesis y Vida Familiar. Charleen Katra de la Arquidiócesis de Galveston-Houston presentó la conferencia y discutió muchos asuntos incluyendo el servir en ministerio y el satisfacer las necesidades de aquellos con capacidades diferentes o discapacidades.
“Nuestro trabajo es derra-mar la gracia de Dios en toda la gente,” dijo Katra. “Nuestra meta es un cuerpo de Cristo que sólo está completo cuando todos están incluidos”.
Tan apremiante es este asunto que apenas el mes pasado “catequesis y personas con discapacidad: una atención necesaria en la vida diaria de la iglesia” se llevó a cabo en Roma. La conferencia global, patrocinada por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización analizó prácticas para ayudar a que la gente con discapaci-dades se involucre por completo en la vida de la iglesia.
Más cerca de casa, los asistentes a “Hechos a Imagen de Dios” aprendieron que cada parroquia no sólo debe de dar la bienvenida a miembros con capacidades diferentes, sino también incluirlos en ministerios. Un ambiente de “acceso para todos” es fomentado al remover barreras físicas que previenen la participación y al crear una atmósfera de inclusión en todos los niveles de ministerio.
“Haciendo que nuestros hermanos y hermanas con capacidades especiales se sientan bienvenidos y no excluidos no sólo afirma su identidad Católica pero también cumple con nuestros votos Católicos,” dijo Katra.
En general, existen cuatro áreas de capacidades diferentes: la física, la intelectual, de comportamiento y emocional. Los estudios muestran que 25 por ciento de cualquier comunidad o grupo de gente tiene una o más de esas discapacidades. Katra recordó a los participantes que no todas las discapacidades son visibles, algunas son temporales, y pa-rroquianos adultos mayores con frecuencia califican para recibir asistencia.
El entender las necesidades de aquellos con capacidades diferentes es vital, sin embargo, los Católicos con capacida-des diferentes y aquellos que les sirven en ministerio con frecuencia señalan prácticas que varían de parroquia a pa-rroquia. El Directorio Nacional para Catequistas señala claramente que “cada parroquia debe buscar a sus parroquianos con discapacidades cognitivas, emocionales y físicas, debe apoyarlos con amor y preocupación y asegurarse de que tengan acceso a programas de catequesis adecuados a sus necesidades y habilidades”.
Pero ¿cómo pueden incluso las parroquias más pequeñas lograr esto?
Para comenzar, previsiones tales como puertas automáticas, rampas de entrada, aparatos de ayuda para escuchar mejor e intérpretes de lenguaje pueden proporcionarse. Para asistir a aquellos con discapacidades de aprendizaje pueden crearse ministerios que aborden y expliquen las necesidades especiales y temas relacionados a padres de familia. Las discusiones pueden incluir el ir a Misa, la asistencia a la educación religiosa, el recibir los sacramentos e incluso estable-cer grupos de apoyo.
El número de diagnósticos de capacidades diferentes ha aumentando considerablemente durante los años, y con ello viene la necesidad de entrenar a más catequistas y voluntarios en los ministerios para personas con capacidades diferentes.
“Tenemos que cambiar el lenguaje y la mentalidad del trabajar con individuos con capacidades diferentes,” dijo Gustavo Rodríguez, director asociado de catequesis diocesana. “Campañas que ofrezcan recursos y hagan consciencia son vitales para que seamos una cultura de acción”.
La Oficina diocesana de Evangelización, Catequesis y Vida Familiar se esfuerza por servir las necesidades de todos los parroquianos para asegurar que todos, incluidos aquellos con capacidades diferentes, sean bienvenidos en la iglesia. El personal trabaja para asegurar que las personas con capacidades diferentes puedan participar en cada aspecto de la vida de la iglesia y traigan sus valiosos dones a la mesa, dijo Rodríguez.
Muchos recursos de catequesis para personas con capacidades especiales, incluyendo clases, entrenamiento, métodos de enseñanza, información sobre programas y directrices sacramentales están disponibles en www.austindiocese.org/special-needs-catechetical-resources. Miembros del perso-nal están también disponibles para proveer de información y asistencia sobre la formación para la catequesis, recursos adicionales y apoyo para familias de individuos con capacidades diferentes. En 1978, la Conferencia Episcopal de Estados Unidos escribió una Declaración Pastoral sobre Personas con Capacidades Diferentes que decía “las puertas de la iglesia deben de estar abiertas para todos y los corazones deben de estar abiertos para ser inclusivos”.
Desde entonces, la Confe-rencia Episcopal ha revisado el documento dos veces, agregando revisiones en 1995 y de nuevo en junio pasado. Las nuevas directrices fomentan la concientización sobre barreras físicas y programáticas para la completa participación, proveen de guía a parroquias a lo largo del país, y esbozan rituales de la iglesia y tradición canónica para el ministerio a personas con capacidades diferentes.
“Muchos padres y parro-quias no saben sobre esto,” dijo Rodríguez. “Pero este documento es una bendición y yo invito a todos los catequistas y a los ministros parroquiales a que lo lean”.
Todos los esfuerzos de ministerios y evangelización deben ser flexibles y comenzar con empatía, compasión y paciencia, dijo Katra.
Provisiones realistas deben ser extendidas a aquellos con capacidades diferentes para que ellos puedan participar completamente en la Eucaris-tía y en otras celebraciones litúrgicas. Se invita también a las parroquias a que se unan a los grupos vecinos y de la comunidad, y a organizaciones que trabajan con personas con capacidades diferentes y con parroquianos que trabajan en varias áreas relacionadas con la salud para ofrecer presentaciones a catequistas, equipos de liderazgo parroquial y voluntarios.
“Podemos ver la imagen de Dios con mayor probabilidad en personas con capacidades diferentes,” dijo Katra. “Y sólo por que usted no necesita apoyo, esto no quiere decir que no debe de trabajar por conseguirlo”.