Por Greg Gerhart | Columnista Invitado
La Iglesia Católica en los Estados Unidos celebra la Semana Nacional de la Concienciación sobre las Vocaciones del 1ero. al 7 de noviembre. Es una celebración anual de una semana dedicada a la promoción de las vocaciones al sacerdocio, el diaconado y la vida consagrada a través de la oración y la educación. Este, también es un tiempo para renovar nuestras oraciones y apoyo por aquellos que están considerando alguna de estas vocaciones en particular.
Esta es mi primer Semana Nacional de la Concienciación sobre las Vocaciones como director de vocaciones de la Diócesis de Austin, y tengo grandes noticias que compartir. Aunque sólo he estado cuatro meses en el puesto, les puedo asegurar que esta pandemia no ha sido un obstáculo para que Dios llame a hombres y mujeres jóvenes al sacerdocio y la vida religiosa. Mientras viajo a lo largo de la diócesis, hablando en diferentes parroquias, ministerios universitarios y escuelas Católicas, he también conocido docenas de jóvenes hombres y mujeres de manera individual que sienten que están siendo llamados a seguir al Señor Jesús en el sacerdocio o en la vida religiosa.
Estas conversaciones son el fruto de la “cultura de vocaciones” que hemos estado promoviendo en la diócesis por muchos años. Primeramente, la cultura de vocación que promovemos incluye un entendimiento por parte de todos los Católicos de que estamos llamados a la santidad – llamados a vivir nuestra vida como una ofrenda sacrificial de si mismo(a). Esto es verdad ya sea que estamos casados, solteros, seamos miembros del clero o religiosos(as). Cada uno de nosotros está llamado a contentarnos con nada menos que una vida de santidad, nada menos que una “vida en abundancia” (Jn 10:10).
Basada en eso, una vocación de cultura es también una en la que es natural que los jóvenes Católicos se hagan la pregunta, “Señor, ¿Qué quieres que haga?” Ellos confían en que la voluntad de Dios para su vida no es una carga que llevar, sino un regalo qué recibir. Ya que no existe una vocación por “default”, su pregunta generosa y su fiel confianza en Dios permite a los jóvenes varones estar abiertos al llamado al sacerdocio, y a mujeres jóvenes estar abiertas al llamado a la vida religiosa.
Jesús dijo en el Evangelio de Lucas, “La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies”. (10:2). Por supuesto, Dios podría llamar sin nuestra ayuda, pero no es así como Él quiere hacerlo. Él quiere usar nuestra voz. Tal como usó el “sí” de María para traer a Jesús, el Alto Sacerdote, al mundo, así Dios quiere usar nuestro “sí” para orar por vocaciones y animar a nuestros jóvenes Católicos.
Dios se deleita en llamar a sus hijos a ser sacerdotes de Jesucristo usando nuestras voces de ánimo, y Dios ama llamar a nuestras hermanas e hijas a que sean su novia como hermanas religiosas al responder a nuestras oraciones. Así que, imitemos a María y digamos “sí”- sí a orar por un incremento en las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa en nuestras intenciones diarias y sí a animar a hombres y mujeres buenos que conozcamos a considerar el sacerdocio y la vida religiosa. Incluso algo como “tú serías un buen sa-
cerdote,” o “tú serías una buena hermana,” puede plantar una semilla en un corazón que puede cambiar el mundo.
Amigos, la cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Hagamos un esfuerzo especial en esta Semana Nacional de la Concienciación sobre las Vocaciones para orar y animar a nuestros jóvenes Católicos. Continuemos juntos animando nuestra maravillosa cultura de vocaciones en la Diócesis de Austin.
El Padre Greg Gerhart, un sacerdote diocesano ordenado en 2016, sirve
como director de Vocaciones para la Diócesis de Austin. Se le puede contactar en el (512) 949-2405 o escribiendo a fr.greg.gerhart@austindiocese.org.