Por Carla Smith | Corresponsal
Barbara tenía varios meses de embarazo, no tenía hogar y tenía la desesperada necesidad de recibir ayuda, pero cada albergue al que llamó estaba lleno. Viviendo en Houston, dormía en su auto y no sabía qué ha-cer. Se aferraba a la pequeña esperanza que le quedaba.
“Estaba a punto de darme por vencida pero decidí buscar un albergue una vez más,” dijo. “Esta vez, el número telefónico de Our Lady of the Angels Maternity Shelter apareció y les llamé. Ellos me dijeron que fuera para allá. Era un domingo a las 10 a.m. Nunca lo olvidaré”.
Barbara es sólo una de las muchas historias de embarazos en crisis en las que Our Lady of the Angels Maternity Shelter (OLAMS por sus siglas en inglés) ubicado en Temple, ha ayudado.
Sidney de 19 años, vino al albergue esposada; fue llevada allá por transportación de la prisión después de ser liberada. Nació en una casa de rehabilitación de una madre que estaba pasando tiempo encarcelada por violaciones relacionadas a drogas.
Sidney fue enviada a vivir con familiares pero terminó huyendo de casa a la edad de 12 después de sufrir abuso. Ella ha sido víctima de tráfico sexual humano y de adicción a las drogas, viviendo a veces en las calles. De alguna manera encontró al OLAMS.
“Me dijeron que me ayudarían y lo que esperaban de mí,” dijo. “Estaba muy contenta y mi corazón se derritió. Supe inmediatamente que estaría bien”.
Sidney ahora quiere ser el tipo de madre que ella nunca tuvo y con la ayuda de OLAMS, ella está en camino. Con la ayuda del albergue, obtuvo su certificado de nacimiento y su tarjeta de seguridad social; y obtuvo acceso a atención médica, cupones de alimentos, WIC y vivienda. Ella está tomando clases de GED y también está aprendiendo invaluables habilidades para la vida como la realización de un presupuesto, nutrición y lactancia.
Estos son solo algunos de los programas y servicios que salvan vidas y sirven a la vida que ofrece
OLAMS. Abierto en 1999, ha brindado más de 26,000 noches de refugio a mujeres en embarazos en crisis, pero es mucho más que un refugio de emergencia. Al proporcionar un entorno familiar amoroso y estable y al ofrecer dignidad y esperanza, OLAMS también proporciona herra-
mientas para un nuevo comienzo, dijo Marlene Poehlmann, directora de desarrollo del albergue.
“Les decimos que nada es una carga, todo es una bendición, y que Dios les dio a su bebé por una razón,” dijo. “Las honramos, enfatizamos que cada vida es sagrada, hablamos de adopción y les enseñamos el valor de la vida humana.”
Durante una reciente visita al albergue, la casa estaba limpia. Mujeres de Altrusa International of Temple decoraron las habitaciones, con ropa de cama a juego y arte inspirador en las paredes. El refugio tiene 15 camas, cunas y Moisés, una cocina completamente equipada, un cuarto de lavado y una capilla. Había un devocional en la mesa de noche de cada chica.
Todos los servicios y la residencia en el albergue son gratuitos y confidenciales y, además de proporcionar un refugio seguro para las madres embarazadas de 18 años o más y tres de sus hijos menores de 11 años, los residentes reciben dos comidas calientes al día, ropa, artículos de tocador y artículos para bebés que van desde pañales a asientos para el auto y carriolas. También se les proporciona transporte a las citas médicas, legales, a agencias policiales y de servicios sociales así como a Misa. Las residentes también tienen tareas asignadas y ayudan a desarrollar un plan de trabajo personal con objetivos y evaluaciones.
“Queremos estabilizar la inestabilidad en sus vidas y ayudarles a pasar a una vida independiente,” dijo Poehlmann. “Quiero que todas las mujeres que se vayan estén capacitadas y educadas, y al ofrecerles bloques de construcción para un futuro espe-
ranzador, les mostramos que pueden salir a la sociedad y ser productivas”.
Algunos de esos componentes básicos incluyen habilidades de crianza, entrenamiento para ir al baño, nutrición, autoestima y desarrollo de relaciones, conciencia espiritual, presupuestos, solicitudes de alojamiento, visitas médicas prenatales, manejo de la ira, asesoramiento sobre traumas, boletos de autobús al final de la estadía, y asistencia con entrevistas y cómo escribir su curriculum vitae. Un trabajador de casos del personal trabaja en estrecha colaboración con las madres y sus hijos, asesorándolos y realizando un seguimiento semanal, mensual y hasta por un año.
Los servicios también están disponibles para no residentes. Las mujeres embarazadas o el padre biológico de un niño de hasta 36 meses tienen acceso a la despensa de alimentos, así como a una sesión de asesoramiento inicial y a materiales para el embarazo. Con personal diurno y nocturno, el objetivo del albergue es estabilizar tanto a la madre como al niño, nacido y no nato, porque una familia estable y una vivienda estable significan que los niños permanecen más tiempo en la escuela y corren menos riesgo, lo que beneficia a todas las comunidades.
“Así es como se construye la comunidad: una madre y un niño a la vez,” dijo Poehlmann. “Serviremos a cualquier persona mientras puedan llegar hasta aquí, y queremos que sepan que esta comunidad se preocupa por ellos”. Una necesidad creciente es la asistencia adicional para la depresión posparto, por lo que el asesoramiento en profundidad en el área comenzó este año y se agregó a los servicios ofrecidos para la ansiedad, la depresión y la violencia doméstica.
El albergue sin fines de lucro, financia todo esto con la ayuda de donaciones individuales y corporativas, subvenciones, recaudaciones de fondos y colecciones diocesanas. Las metas a largo plazo incluyen el crecimiento de sus programas y su alcance, la obtención de un terapeuta con licencia a tiempo completo, el desarrollo de un programa de vivienda de transición y un refugio más grande.
“Las donaciones sostienen el albergue, pero también las vidas de las mujeres que están eligiendo tener a sus hijos”, dijo Poehlmann. “Oren por nosotros y por las personas que entran por nuestras puertas; absolutamente lo necesitan todos los días“.
Rosie, de diecinueve años, es una prueba de esto. Perdió a su madre cuando tenía 11 años, fue enviada a vivir con familiares que abusaron de ella, descubrió que estaba embara-
zada y le ordenaron que abortara o la echarían. Ella eligió la vida, encontró su camino hacia OLAMS y ahora está haciendo una nueva vida para ella misma.
“A través del amor, el apoyo y la educación, finalmente encontré mi voz,” dijo. “Me ayudaron a ver qué tan fuerte soy realmente”.
Para obtener más información sobre Our Lady of the Angels Maternity Shelter, visite www.ladyoftheangels.org o llame al (254) 742-2340 o al 1-877-542-2340 (llamada gratuita).